La Nación Cómo prevenir una intoxicación con monóxido de carbono
17/05/2024
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En tiempos de frío extremo, estar encerrado con la estufa prendida puede ser peligroso; cómo evitar sufrir un envenenamiento por este gas
Con la llegada de las bajas temperaturas al país, son muchos quienes ya sacaron las camperas y bufandas, y sumaron a sus camas las frazadas. Además, es común que en varios hogares comiencen a encender las estufas para aclimatar los ambientes cuando la sensación térmica desciende.En esta época del año es común que se den casos de intoxicación por monóxido de carbono (CO), una condición peligrosa que ocurre cuando se inhala una cantidad excesiva de este gas incoloro, inodoro e insípido, que se produce por la combustión incompleta de combustibles fósiles como el carbón, la madera, el petróleo o la gasolina.El envenenamiento a causa de este gas está estrechamente relacionado con las bajas temperaturas debido al mayor uso de sistemas de calefacción y la combustión en ambientes cerrados para mantener el calor.¿Qué es el monóxido de carbono?El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico que se genera en situaciones donde los combustibles no se queman completamente. En invierno, muchas familias cuentan con estufas a gas para calefaccionarse que pueden provocar la expulsión del monóxido de carbono, lo que afecta la salud y provoca la intoxicación de las personas que se encuentran cerca del lugar. Otras fuentes comunes de producción de monóxido de carbono incluyen:CalentadoresChimeneasMotores de automóvilesGeneradores de electricidadLos síntomas pueden variar dependiendo del nivel y la duración de la exposición, pero generalmente incluyen:Dolor de cabezaMareosDebilidadNáuseasVómitosDolor en el pechoConfusiónPérdida de concienciaEn casos severos, la intoxicación por monóxido de carbono (CO) puede ser fatal debido a la naturaleza tóxica del gas. Cuando se inhala, el CO se une a la hemoglobina en la sangre con una afinidad mucho mayor que el oxígeno, formando carboxihemoglobina. Esto impide que la sangre transporte oxígeno adecuadamente a los órganos y tejidos del cuerpo, lo que puede llevar a una falta de oxígeno (hipoxia) en células vitales.La hipoxia severa puede causar daños significativos en el cerebro y en el corazón, especialmente sensibles a la falta de oxígeno. Sin una intervención rápida y adecuada, estos daños pueden resultar en la falla de órganos vitales, pérdida de conciencia, coma y, finalmente, la muerte. La rapidez con la que se manifiestan estos efectos depende de la concentración de CO inhalada y la duración de la exposición.Para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono es fundamental instalar detectores de CO en el hogar, especialmente cerca de los dormitorios y en cada nivel de la casa. Estos detectores deben revisarse regularmente, cambiar sus baterías dos veces al año y reemplazarse según las indicaciones del fabricante, generalmente cada 5-7 años. Realizar pruebas periódicas garantiza su funcionamiento adecuado.Además, los aparatos que queman combustibles, como calentadores, estufas y chimeneas, deben ser inspeccionados y mantenidos anualmente por profesionales calificados. Nunca se deben usar generadores portátiles, parrillas de carbón ni estufas de camping dentro del hogar, garage o en áreas cerradas, ya que están diseñados para uso externo. La ventilación adecuada es crucial para la evacuación segura del monóxido.Por último, es esencial mantener los autos en buen estado, asegurándose de que el sistema de escape esté libre de fugas, y nunca dejar un vehículo encendido en un garaje cerrado.Tratamiento de la intoxicación por monóxido de carbonoAnte una intoxicación leve, lo más efectivo es tomar rápidamente aire fresco. Pero en casos más severos, el tratamiento más común es la administración de oxígeno a través de una mascarilla. En algunas oportunidades extremas, se utiliza una cámara hiperbárica, que permite una mayor absorción del oxígeno en la sangre.
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